Guajira
Llegar a esta remota península que se adentra desafiante en el mar Caribe es, a la vez, emocionante y exigente. Subirse en un 4X4 en Riohacha y emprender camino a la aventura, dejando atrás una estela de polvo en medio de un paisaje árido e inhóspito nos transporta inmediatamente a una escena de Mad Max, aquel clásico del cine de los 80’s, que nos hace sentir por momentos como guerreros de la carretera en un futuro apocalíptico. El contraste entre los paisajes desérticos, la costa salvaje y el mar Caribe con su cristalina mezcla de tonos azules y verdes, sumado al colorido de los trajes y artesanías tradicionales de la comunidad Wayuu imprimen un sello característico a esta tierra de leyendas y agreste geografía.
La Guajira guarda lugares secretos que cautivan: las pequeñas rancherías Wayuu que se encuentran diseminadas a lo largo y ancho de la península, los flamencos rosados del Santuario de Fauna y Flora que llegan cada año para reproducirse, las salinas de Manaure, los bosques de cactus, las dunas de arena de Taroa que se alzan orgullosas frente a Bahía Hondita, el Pilón de Azúcar o la Punta del Faro desde donde se pueden ver atardeceres multicolores.
Uno de los lugares más especiales de la Guajira es el Cabo de la Vela, donde podrás dormir en una hamaca escuchando el sonido del mar, comer pescado fresco con patacón, caminar por una playa que parece infinita, bañarte en sus aguas cálidas, hablar con los pescadores y atravesar montañas desérticas para llegar a playas paradisíacas. En los últimos años se ha convertido en un destino popular para hacer kitesurf con numerosas escuelas y deportistas profesionales y amateurs que llegan desde todo el mundo en busca de adrenalina en lo que ya se conoce como la capital latinoamericana del kitesurf.
Tras recorrer varios kilómetros a lo largo de la costa y el desierto de La Guajira, en un inmenso paisaje de cactus y arena, el viajero llega a Punta Gallinas, el extremo más septentrional de Colombia y de América del Sur, un escenario impresionante de dunas y acantilados rocosos que deja al visitante sin aliento.
En suma, una tierra llena de emociones y posibilidades. Guajira no decepciona al viajero intrépido que se atreve a salir de los circuitos más conocidos para conquistar el kilómetro 0 de Sudamérica!